Bahía o comida buena y buena

269
Sardinas asadas, Cafetería Bahía./ Manuel Expósito
Sardinas asadas, Cafetería Bahía./ Manuel Expósito

Bahía es un restaurante o una casa de comida emplazada en un lugar donde estacionar es una odisea, por lo que la comida debe compensar el esfuerzo y el tiempo. Les aseguramos que merece la pena, que su paladar y su cartera se lo agradecerán. Está en el bajo de un edificio viejo en la entrada o salida al Este de Santa Cruz. Lo que en la entrada es un bar al uso, el comedor lo define el ventanal que permite la abundante luz natural (que se agradece) y las mesas están colocadas de forma que se garantiza “intimidad” sin necesidad de un reservado.

En esta nueva visita al Bahía el menú es más marinero. Por ejemplo, camarones. Esta vez más pequeños, igual de abundantes, sabrosos (pero menos) e igualmente imprescindibles en pleno verano. Es un entrante que en la casa suele ser garantía, pero empezamos la comanda con cierta inquietud. La cosa no prometía.

¡Error, craso error! Porque la única carne que llegó a la mesa fue un plato, un gran plato de pata asada a la canaria. Generosamente servido, como es usual en el Bahía, el sabor rememoraba el resultado de aquellas que elaboraba el abuelo para la Navidad y casi para cualquier fiesta del calendario. Sazonada con la sal gorda que sorprende y resalta en boca, con la pimienta gorda y el pimentón dulce sirviendo de contrapunto en el paladar, el toque de ajo termina de redondear esta elección.

Terminar con un plato de sardinas asadas fue un acierto casi total. Casi porque el “acompañamiento” estaba frío, demasiado frío. Unas papas guisadas frías, pues… va a ser que no. Pero el pescado estaba perfecto, para ingerir completo, porque lo divertido de esta receta está en que de la sardina se aprovecha todo, todo, todo. Si fritas son un manjar como hay pocos, asadas permite saborear el producto de la forma que quiera: a bocados o separando el espinazo. De cualquier forma, está “de muerte lenta”, que acuñó Miguel, un sabio y experimentado restaurador.

Hoy ratificamos que en el Bahía el servicio es muy profesional, atento, eficiente, cortés y cercano sin excederse; que la cocina es de altura, pero para el bolsillo del común de los mortales; que la clientela es, esencialmente, de trabajadores, familias y personas mayores.

Bahía es sinónimo de comida buena, buena, de esas que invitan a volver. Para el que prueba, es obligado incorporar este lugar a su lista de restaurantes predilectos para comer bien, bueno y barato (si hay algo barato).

La ficha

Cafetería Bahía

______________________________________________________________________

Entradas relacionadas:

Bahía: cocina de altura a un gran precio (04-03-2018)