Casa Conchita: raíz de la cocina gomera y de su tradición

273
Solomillo de cochino negro con salsa de mostaza./ Manuel Expósito
Solomillo de cochino negro con salsa de mostaza./ Manuel Expósito

Casa Conchita ya no es sinónimo de cocina tradicional, no, es la raíz de la propia cocina tradicional gomera y de su cultura gastronómica. Todo, como en casa; todo, como lo de toda la vida. En esto radica su éxito.

A estas alturas de la película ya sabemos de qué hablamos, ¿o no?, ya hemos superamos cierta edad y sufrido a algunos más de la cuenta. La cocina en Casa Conchita es diáfana, franca, sin embustes. Te ponen en el plato lo que esperas encontrar. Cuando vayan, fíjense en los murmullos y comentarios de los comensales que le acompañen en la sala, en sus edades y la de sus acompañantes. Siempre son familias con abuelos, hijos y nietos y algún que otro bisnieto.

Fabián Mora lo tiene claro, todo se consigue y se le compra a productores gomeros, como el pescado, vinos, lácteos y la tan importante huerta. La clave es el producto “kilómetro 0”, sin duda, y en no perder las mañas en los fogones, tal y como siempre se ha hecho y como se espera que se siga haciendo.

Al grano. Almogrote -quizá el mejor de La Gomera y, por ende, de Canarias; si no, pregunten a mi mujer- y mojo rojo con el pan y un poco de ‘pella de gofio’ para estar entretenidos, hasta que llegan los chicharrones con gofio -el mojo pica, y te avisan-. Lo ideal es no abusar, por muy sabroso que nos resulte la combinación, porque además de estar en los entrantes, lo que nos aguarda es cantidad y calidad.

 

Potaje de berros, seña de identidad./ Manuel Expósito
Potaje de berros, seña de identidad./ Manuel Expósito

Arrancamos con un queso asado con mojo verde. Los quesos de cabra gomeros son, a la par que sabrosos, singulares y la base, por ejemplo, de su almogrote; de ahí su diferencia con otras imitaciones insulares. Pero donde nos quedamos realmente a gusto fue con la ensalada de atún, en la que el pescado fresco de la Cofradía de Valle Gran Rey es procesado por Fabián con una antigua receta de las fábricas de conservas de La Rajita, acompañado en el plato con manzana salteada, pimiento rojo asado, tomate, cebolla roja, pepino y lechugas y, por supuesto, con un buen aliño de aceite de oliva y vinagre –llega aliñado de cocina, no se preocupen-. A ver quién es el guapo que después de esto se come lo que falta de comanda.

Potaje de berros, el buque insignia de la casa. Sublime, como de costumbre. Con berros, papa y millo gomeros, costilla de cerdo y judías de la huerta gomera, gofio, queso fresco cortado en daditos y cebolla roja cortada en tiras, todo del campo colombino y a modo de tropezones para ensalzar el sabor de este potaje, si cabe aún más. Sin dudarlo es el plato por el que todos vamos hasta Arure.

De pescado, un gallo -en época de atún rojo y albacora (bonito), que aparecen como sugerencias del día-, a la plancha con mojo verde, sobre una cama de verduras y con papas arrugadas. Irresistible, no se puede dejar de devorarlo. Cuando parecía imposible digerir alguna vianda más, llegó el solomillo de cochino negro en salsa de almogrote. Pues, eso, que ya no quedaba pan. Una vez repuesto, había que seguir mojando (untando, para el peninsular que nos visita).

 

Papas arrugadas./ Manuel Expósito
Papas arrugadas./ Manuel Expósito

En los postres, nos decantamos por lo que más parecen ser golosinas que otra cosa, el infalible del chef Mora: sus “recuerdos de la niñez”, a base de crema de membrillo con un mouse de gofio, queso y su versión de la galleta María. Hasta que no se come no se sabe lo cerca que se está del cielo de los golosos. Después, piña colada, otro mouse de membrillo y un carpaccio de piña tropical natural con una barrita de chocolate negro. Por último, el biscuit de higos con fresas, frutos rojos y chocolate, toda una locura.

Quizá se nos tilde de imparciales por tener a Fabián Mora y su Casa Conchita como referentes todos estos años en nuestra web, pero ¡qué más nos da! No vamos a dejar de reconocer lo que, a nuestra simple opinión, nos parece sublime culinariamente.

Tal vez en otras islas más ‘importantes’ pocos sean capaces de satisfacer al paladar como lo hacen en La Gomera, especialmente en esta casa.

La Ficha

Casa Conchita