Casi cielo apunta alto

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lasaña koreana de carrilleras de cochino, ragout de setas silvestres, bechamel de manzana fermentada y salsa de cherry´s ahumados./ Manuel Expósito
lasaña koreana de carrilleras de cochino, ragout de setas silvestres, bechamel de manzana fermentada y salsa de cherry´s ahumados./ Manuel Expósito

Con apenas unas semanas en el mercado gastronómico de la capital de Tenerife, Casi cielo es un restaurante al que hay que tener muy en cuenta. Es una propuesta culinaria de interés por su cocina atrevida, porque refleja conocimiento de producto, técnica y negocio; porque aunque se le puede situar entre los llamados a ser centros de postín su relación calidad/precio permite disfrutar de un recetario de gran nivel a un coste más que aceptable.

Un plus del restaurante Casi cielo es su comodidad, su ambiente acogedor, su diseño elegante y moderno, su carta perfectamente medida para acertar (por ejemplo, solo aporta dos postres) y su servicio en sala exquisito y excelente, hasta el punto que invita al comensal a guiarse por sus sugerencias. Aseguramos que aquí importa no solo la comanda, sino el pan y hasta el café. Inusual.

Para abrir boca, la sugerencia fue unas croquetas cremosas de queso y almogrote con reducción de dulce guayabo. Son suaves, muy suaves, tal vez en exceso. Eso sorprende, porque sus ingredientes invitan a pensar en un plato con caracter, de los que te obligan a un par de sorbos de un buen vino blanco seco. Pues no, es una combinación elegante, sobria, con el almogrote mandando, pero sin sobresalir. Un queso con algo más personalidad podría redondear esta oferta de por sí muy recomendable. Es ideal hasta para un niño.

Huevos al sartén cobre crema de papa trufada, hongos y trufa es el segundo plato de la comanda. ¡Qué maravilla! Contundente, de sabores plenos donde, naturalmente, sobresale la trufa. Lo impregna todo, algo que puede ser un exceso para algunos, pero esta receta, una variante exquisita de los huevos rotos, bastaría para un buen almuerzo. Aproveche para saborear la trufa en solitario. Esta sugerencia debe ser una obligación para el comensal. Pruebe a descubrir el resto de sabores del plato en cada bocado. Es un ejercicio que le llevará a sorprenderse.

Y llegó la guinda de las sugerencias. Si hasta ahora todo marchaba estupendamente, con la lasaña koreana de carrilleras de cochino, ragout de setas silvestres, bechamel de manzana fermentada y salsa de cherry´s ahumados llegamos al éxtasis. Otro plato contundente (no se dejen engañar por la impresión inicial, están muy bien surtidos) que está llamado a ser el santo y seña del restaurante Casi cielo. Esa combinación de sabores dulces y salados, con el crujiente y la carne (de calidad y muy bien tratada, desmenuzada y condimentada) rompiendo cualquier posible interpretación del plato partiendo de su nombre estamos acariciando lo más alto. Tome nota porque este plato es la marca de la casa.

De postre: Esencias de niñez, un corneto de helado de manzana asada, crouton de galleta de almendra, dados de manzana confitada, pastelera de canela y cardamomo y crema de vainilla de bourbon. Está claro que esta comanda es para ejercer la mente. Todo eso imagínelo como si de un corneto se tratara, pero a su mesa llega volteado en un plato y usted tiene que romper el cucurucho para saborearlo plenamente. ¡Qué gozada!

El restaurante Casi cielo ha llegado para quedarse y jugar en la primera división de la gastronomía de la Isla. En una cocina exquisita, sorprendente y muy recomendable. Una experiencia altamente satisfactoria al paladar, que, a la postre, es de lo que se trata. Apunta alto.

La ficha

Restaurante Casi Cielo