Como hacer yogur de limón en casa

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Yogourt de limón./ Cedida.
Yogourt de limón./ Cedida.

Hacer recetas caseras de yogurt u otros postres, te puede ayudar a ahorrar dinero, asimismo, te brinda una alternativa más saludable y se puede convertir en una actividad para hacer con toda la familia que puede resultar muy divertida. Con pocos ingredientes, que probablemente tendrás en casa, como leche y un poco de extracto de limón, puedes aprender cómo hacer yogurt de limón tu misma. Cabe destacar que, aquí https://todoyogurteras.com/con-temporizador/ encontrarás las mejores yogurteras con temporizador del mercado.

Sin embargo, cuando queremos optimizar nuestras labores de repostería buscamos equipos que nos faciliten la tarea y a su vez nos ayuden a reducir tiempo, minimizar costos y encontrar modelos económicos que estén en oferta, que te ayudarán a preparar los mejores yogures de limón en casa.

Para que tengas una idea clara de cómo preparar un rico y delicioso yogurt de limón, te indicaremos como hacerlo de una forma fácil, rápida y sencilla:

Ingredientes para el postre

  • Leche
  • Cultivo base de yogurt
  • Extracto de limón
  • Miel o edulcorante

Nota: la cantidad de leche que usas producirá la misma cantidad de yogurt. Ejemplo 1 galón (3.78 L) de leche producirá (3.78 L) de yogurt.

¿Cómo prepararlo?

Para preparar yogurt casero solo debes contar con los ingredientes antes mencionado y tu disposición de hacerlo bien, recuerda seguir los pasos al pie de la letra para que no pierdas los ingredientes.

  • Utiliza una olla de baño de maría: coloca la cacerola más grande en el lavavajillas, y pon la más pequeña dentro. Llena la más grande con agua. Llena la más grande con agua hasta que cubra al menos la mitad de la más pequeña. Durante este proceso, tu leche y el cultivo base para el cultivo deben estar a temperatura ambiente.

Este paso es opcional, tú decides si hacerlo o no, pero puede ayudar a hacer que tus resultados sean consistentes y prevenir que la leche sea esterilizada.

Nota importante: Si la leche se esteriliza, no la podrás utilizar para hacer tu yogurt.

  • Esteriliza el equipo, es decir pon un termómetro y la cuchara en una olla grande con agua, y pon la cacerola pequeña encima del agua. Ponla a hervir. Utiliza pinzas y un guante de cocina para sacar las piezas del agua hirviendo y sécalas con una toalla. Este paso también es opcional, sin embargo, tienes que llevar el agua a ebullición para asegurarte que todo lo que estás usando es estéril.
  • Pon la olla pequeña dentro de la olla de agua hirviendo, añade la leche a la cacerola. Si no estás usando una olla de baño de maría, puedes calentar la leche en la olla donde la has vertido. Asegúrate de revolverla constantemente para evitar que se escalde. Y si estas usando baño de maría vierte la leche lentamente porque la olla pequeña tratará de flotar en el agua hirviendo. Coloca tu termómetro en el lado de la cacerola con la leche.
  • Utiliza el termómetro para verificar que la leche alcance 185 grados Fahrenheit (85 grados Celsius). Este paso se considera necesario para hacer que las proteínas de la leche estén listos para el cultivo. Lo puedes hacer sin termómetro en caso de no poseer uno, pero necesitas estar vigilando con mucho cuidado cuando la leche suba. Remueve la leche y mantén el agua hirviendo. Asimismo, mantén la leche a esta temperatura por unos 30 minutos si quieres lograr una consistencia de yogurt espesa.
  • Luego deja que la leche se enfríe hasta alcanzar 110 grados Fahrenheit (43.3 grados Celsius). Cabe destacar que, esta es la temperatura que la leche necesita para estar preparada para mezclarla con la bacteria y que se empiece a reproducir.
  • Vierte la base para el yogurt (el cultivo) en la leche cuando ya ha logrado la temperatura mencionada. Si no cuentas con yogurt natural con cultivos activos, puedes usar cultivos congelados. Este es el único cultivo activo que necesitarás para iniciar. Para todas las producciones siguientes puedes empezarlas usando una porción.
  • Mezcla la leche con el cultivo base, ponlo en un lugar donde no se toque y cúbrelo con una tapa. Pon una almohadilla térmica a calor medio sobre una tabla de cortar y luego coloca la cacerola con la leche encima de la tabla. Cubre la cacerola con una toalla.
  • Retira el yogur de la almohadilla térmica después de siete horas, usa una espátula para asegurarte que la leche ha cuajado. Mezcla el yogur para mezclar la mezcla cuajada con el agua.
  • Guarda el yogurt en contenedores, si cuentas con recipientes de yogurt o queso ricota, utilízalos. Colócalos en la nevera en la parte que este más frio. Deja que se enfríe toda la noche sin tocarlo.
  • Añade extracto de limón al yogur, y mézclalo bien para darle sabor de limón a tu yogurt. No intentes añadir sabor o endulzante al yogurt antes de que la bacteria haya hecho su trabajo. Gracias a que no hay azúcar añadida en este formula, es una opción más saludable. Añade miel o edulcorante si quieres un dulzor natural o un endulzante sin calorías. Reserva unas cuantas cucharadas (30 a 45 ml) para empezar tu nuevo cultivo.

Nota importante: si tienes una olla eléctrica que pueda mantener una temperatura estable durante siete horas, puedes usarla en lugar de colocar la olla sobre la almohadilla.

Siguiendo todos estos pasos te dará como resultado un delicioso yogurt casero, que a su vez comenzará a despertar tu pasión culinaria y no solo para hacer ciertas recetas sino también para realizar distintos platillos para consentir a toda la familia.

Cabe destacar que, los yogures caseros son mucho más saludables y te brindan aún más propiedades vitamínicas que los que compras en el supermercado, y quien puede rechazar un suculento yogurt, siendo este un postre que puedes ingerir en cualquier momento del día.

Son muchos los beneficios que te brindan los yogures caseros de limón, además de contribuir a tu dieta, también te ayuda a mantener balanceada tus meriendas, o puedes comerlos entre comidas. Sus atributos son realmente notables, no engordan y además son especiales para estabilizar tu estomago en caso de que estés indispuesto y lo más agradables de ellos es que no necesitas de ingredientes súper extraordinarios para hacerlos, muchas veces tienes todo en casa y solo basta con tomar la iniciativa y destacarte en ello.

Luego de esto, solo debes disfrutar en la comodidad de tu hogar de este suculento postre junto a toda la familia, ya sea viendo tu programa favorito o charlando amenamente en la sala de estar.