II Estudio de la Demanda de Turismo Gastronómico en España

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Cerveza y tapas./ M. Expósito
Cerveza y tapas./ M. Expósito

DINAMIZA ha impulsado un nuevo estudio con la colaboración de la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid y el grupo González Byass, el II Estudio de la Demanda de Turismo Gastronómico en Españaestudio, que nos permite caracterizar a la demanda de turismo gastronómico en España, analizando su comportamiento y hábitos turístico-gastronómicos.

El estudio desvela que un 76,2% de los españoles ha realizado algún viaje o escapada con la intención de disfrutar de la gastronomía en los últimos dos años. El 62,4% de estos turistas afirma que la gastronomía influye en gran medida en la elección del destino, pero no es el único motivo por el que suele viajar ya que normalmente combinan este tipo de viajes con otras actividades, entre las que destacan las de componente cultural: el 77,5% combina sus viajes y escapadas gastronómicas con visitas a pueblos y ciudades, y el 68,6% con visitas a recursos culturales. A pesar de que la mayoría de los españoles prefieren combinar diferentes experiencias durante sus viajes, existe un segmento de la demanda al que podríamos denominar turista gastronómico “puro”, ya que la gastronomía se convierte en el motivo principal de sus desplazamientos y llega a condicionar el destino que visita. Dicho segmento representa hoy en día en torno al 28,7% de la demanda total.

Excursionismo gastronómico

El 42,6% de los desplazamientos que se realizan a destinos nacionales cercanos (menos de 200 km) con la intención de disfrutar de la gastronomía son viajes sin pernoctación en el destino, para disfrutar de una comida en un restaurante, ir de tapas o visitar una bodega. El 46,5% son a destinos nacionales cercanos de uno o dos días, poniendo de manifiesto el carácter escapista del turismo gastronómico.

Los viajes a destinos cercanos son los que se realizan con mayor frecuencia: un 38,5% los realiza de forma mensual y un 37,25% lo hace una vez por temporada o estación, mientras que un 10,7% afirma realizar este tipo de escapadas gastronómicas semanalmente. Los desplazamientos más largos (nacionales larga distancia e internacionales) se suelen realizar una vez al año, excepto los viajes a destinos nacionales de media distancia, que son visitados por los viajeros gastronómicos al menos una vez por temporada.

Hábitos turísticos

Los turistas gastronómicos suelen desplazarse en coche propio o alquilado (87,6%) o en avión cuando el destino es más lejano (45,7%), y viajan preferiblemente en pareja (68,2%) y en familia (39,2%), aunque también es frecuente realizar este tipo de viajes en compañía de un grupo de amigos (31,9%). El alojamiento favorito de los viajeros gastronómicos son los establecimientos hoteleros de calidad media–alta y media, concretamente los hoteles de 4* (51,2%) y los hoteles de 3* (29,7%).

Se suelen elegir en su mayoría restaurantes tradicionales (88,9%) en los que pueden degustar platos tradicionales, productos típicos y vinos locales. En menor medida, aunque en un porcentaje muy importante (52,2%), se deciden por los gastrobares, establecimientos en los que el turista puede disfrutar de alta cocina en pequeños formatos.

Fuentes de información utilizadas

Otro dato importante que ofrece el II Estudio sobre la Demanda de Turismo Gastronómico se refiere a las fuentes de información a las que recurre el gastro-turista o turista gastronómico a la hora de planificar un viaje. En este sentido, los canales preferidos para consultar información acerca de la oferta gastronómica del destino son las webs de opiniones, las webs de los propios destinos y las recomendaciones de amigos y familiares. A pesar de la importancia creciente de los denominados influencers -chefs, cocineros, bloggers y personajes populares-, se confirma la importancia de las recomendaciones del entorno más próximo -familiares y amigos-, a la hora de recabar información para explorar nuevos destinos gastronómicos.

Gasto en actividades gastronómicas

En general, suelen realizar una mayor variedad de actividades relacionadas con la gastronomía que el resto de los turistas, lo que propicia un mayor gasto en el destino. Sus actividades gastronómicas favoritas son comer en restaurantes (82,8%) e ir de tapas (69,3%). El sector de la restauración y la hostelería se convierte, por tanto, en el escaparate gastronómico del territorio, por ser éste el principal espacio en el que entran en contacto el visitante y el patrimonio gastronómico de un lugar. Los turistas gastronómicos también aprovechan estos viajes para comprar productos locales (62,9%), visitar mercados gastronómicos (59,0%) y realizar actividades enoturísticas, tales como visitar bodegas (49,1%) y comprar vinos (41,5%).

El turista gastronómico está dispuesto a gastar por persona 51,85€ en un menú degustación, 40,79€ en una comida a la carta y 22,21€ en ir de tapas. En otros conceptos, como la compra de productos locales y vinos, la disposición al gasto alcanza los 41,28€, mientras que en la visita de industrias alimentarias la cantidad varía desde los 16,99€ en visitar bodegas, hasta los 10,22€ en otro tipo de industrias.