Hablar de un establecimiento al público cuya historia supera los 120 años parece un atrevimiento, pero La Hierbita es un caso muy singular. Ocupa un edificio del siglo XIX, perfectamente conservado, manteniendo los diferentes espacios de la casa como aporte de intimidad, de calidad y de ambiente. El entorno ayuda a saborear su buena cocina.
Su carta está bien dimensionada hasta en las sugerencias. El cliente de este establecimiento del viejo Santa Cruz de Tenerife busca y encuentra aquí cocina tradicional y casera, con materias primas frescas y productos de una calidad que “salta a la vista”.
Comenzamos con unos champiñones rellenos de ternera y salsa de queso, muy suaves, sin más. Eso sí, la ración es generosa. La cosa sube con el revuelto de morcilla dulce, bien combinado, sin matar sabores y con una textura cremosa y fina. Lo mejor llegó con los calamares a la romana, exquisitos, tiernos, de rebosado crujiente y realzador. Las berenjenas rebosadas con miel de palma y frutos secos tostados servidas con crujiente de almendra espolvoreado se pueden quedar en el nombre y poco más. Quizá fue una mala elección para anteceder al chuletón de novillo. Nada que objetar, hecho al gusto del comensal, su tono marrón exterior, su sonrosado y su rojo intenso demuestran que el cocinero se lució.
Una selección de postres variados, con la tarta de la abuela y el quesillo, hechos artesanalmente y muy apreciados por los comensales, no deben faltar en la comanda. Recomendables.
La selección en bodega muy correcta y adecuada para potenciar los sabores de la comida que ofrece el restaurante. Y la selección de Ginebras Premium destacable.
La relación calidad/precio aquí está en la línea de su emplazamiento, en el corazón de la parte ancestral de la ciudad, en un local de salas y pasillos que comunican las antiguas dependencias con escaleras centenarias de madera y objetos antiguos que refrescan la memoria. Se paga la historia.
La carta está marcada por lo canario: almogrote, garbanzas, pescado fresco, queso palmero… En carnes, de todo: solomillo, ternera, chuleta…
Y una leyenda. La cuentan ellos mismos: “Contamos con la presencia inestimable de nuestra dama de blanco, un fantasma que hizo su aparición en nuestro libro de visitas en 1992 y que todos los años nos hace unas divertidas apariciones, no sabiendo si es sugestión de nuestros clientes o el afán de ésta en echarnos una mano en los días de más trabajo”.
La Hierbita es una experiencia que bien vale un paseo por el viejo Santa Cruz.
La ficha
- Calle El Clavel, nº.: 19
- Santa Cruz de Tenerife
- Tel.: 922 24 46 17
- Horario de apertura: De lunes a domingos de 12:00 a 24:00 horas.
