La Telaraña: esto está de pecar

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En su presentación digital terminan manifestando un deseo: “Esperamos que los que hayan estado en el restaurante La Telaraña hayan estado un poquito más cerca de lo que los entendidos dicen que es la felicidad”. El titular del artículo creo que responde. Estamos ante un establecimiento especializado en mariscos y cocina gallega. ¡Espectacular!

Este 24 de febrero de 2018 celebraron su año 13. Fue en 2005 cuando abrió este bodegón en el que el menú cambia cada semana y una carta muy variada (de entrantes fríos, de entrantes calientes, de arroces, de pescados, de carnes y de postres) en la que sobresale el marisco, naturalmente; la atención en sala, amable y correcta, perfecta; y la calidad/precio es una relación en la que se podría mejorar.

Optamos por algo sencillo. De entrante, un variado de croquetas caseras. Bien surtido el plato, lo cierto es que las de marisco y lacón con grelos estuvieron por encima de las de pescado (merluza) y las de jamón. Una apuesta que para empezar resultó acertada. Pero hay otras ofertas que tienen buena pinta: setas salteadas con jamón o con marisco, un revuelto del día y pulpo al gusto, además de berberechos al vapor, bogavante, mejillón, gambas de Huelva, navajas, almejas, zamburiñas, cigalas, buey de mar…

Arroz con marisco. La apuesta fuerte del comensal. Los dos minutos de espera en mesa fueron fundamentales par terminar de reposar un manjar. Este es un plato que no defrauda nunca si se hace bien, pero si se elabora más que bien o lo siguiente (como se dice ahora), el paladar vive una experiencia singular. En el caso de La Telaraña, estamos ante esto último. El marisco, de primerísima calidad; el arroz, en su punto-punto; el fumét estuvo trabajado para obtener el sobresaliente que se merece este plato. Sin duda, el mejor arroz que hayamos probado en el Área Metropolitana de Tenerife.

De postre sirvieron un combinado de pudin, mus de gofio y naranja/papaya. Una variedad perfecta que permite jugar con sabores ácidos, suaves, dulces y muy dulces. El café no desentonó, pero puede mejorar.

Bodegón La Telaraña es una apuesta segura para comer calidad, en un ambiente tranquilo, con un trato exquisito, con una carta de vinos dominada por las Denominaciones de Origen -entre las que no falta la Rías Bajas y Ribeiro- y un lugar recomendable para triunfar con los amigos. Es de esos restaurantes a los que acudir para “darse un homenaje”. La calidad aquí está y se paga.

La ficha

Bodegón La Telaraña