Llegó diciembre, ¡qué no te amargue un dulce!

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A los que nos dedicamos al mundo de la gastronomía, teniendo que probar los variados productos y los maravillosos platos de nuestra tierra para opinar y hacer la labor de divulgación/crítica de nuestra cultura gastronómica, muchas veces nos resulta muy difícil conciliar el placer de la comida con la curva de la felicidad, luchando duramente por mantener la figura en línea.

Muchas son las dietas que se hacen famosas prometiendo milagros: Perricone, Dukan, Melocotón, Detox, Depurativa, Disociadas, Piña, Macrobiótica, Vegetariana… Dietas para bajar de peso, para adelgazar, para eliminar grasas y trucos infalibles para quemar lo que nos sobra. ¿Qué hay de verdad en ellas? ¿Por qué tenemos que llegar a los extremos?

Somos conscientes y sabemos cuáles son nuestros límites. ¿Por qué los sobrepasamos una y otra vez y no tomamos las medias necesarias para corregir esas conductas súper calóricas en nuestros modos de vida? Y, aun siendo conscientes, ¿por qué no actuamos? Tener hábitos saludables y una vida sana son las únicas claves.

El estrés, la falta de ejercicio y el sedentarismo, así como los alimentos altos en grasas y calorías que no llegan a asimilar nuestro organismo es lo que nos hace engordar, ganar peso y acumular grasa. Esta situación, si se mantiene en el tiempo, hace que se resienta gravemente nuestra salud y tenga complicaciones posteriores, con niveles altos de glucosa en sangre que desemboquen en diabetes, colesterol, triglicéridos e hipertensión, que se convierten en enfermedades crónicas que no se pueden revertir.

La industria farmacéutica inventó, fomenta y promociona “las pastillas” como forma de mantener un negocio altamente lucrativo como es el de la enfermedad. Cronificándola se mantiene cautivo a los pacientes dependientes de su medicación.

¿Hay alternativas? ¿Cómo se puede revertir esta situación? Desde una tribuna como la nuestra, la apuesta es por la información, ser capaces de dar a conocer aquellas iniciativas que apuesten por una alimentación responsable, saludable y comprometida, añadiendo hábitos de vida saludables y ejercicio físico que contrarresten los efectos del sedentarismo y el estrés.

Muchas recetas, platos y recomendaciones que hacemos cada día deben ser el complemento a ese concepto en el que trabajamos de la “cultura gastronómica”, como algo más que comer y beber sin mesura y hasta sin tino en muchos.

Disfrutemos de la gastronomía en todas sus vertientes como una parte más que complementa el disfrute de la vida. Así lo hacemos nosotros y así lo queremos promover como parte de nuestro compromiso con el gastrosector.

Se ha podido demostrar que también se adelgaza comiendo fuera de casa y sin necesidad de comer siempre lechuga. El secreto está en disfrutar de todo con moderación y valorar que los platos de los restaurantes estén revisados por dietistas y nutricionistas que puedan darle otro enfoque a las cartas, sin que con ello merme la calidad, sino que, al revés: platos más saludables hacen clientes más fieles.

P.D.: Llegó el mes de diciembre y con el las fiestas más entrañables del año, Navidad, un momento ideal para ser algo más consecuente con nuestra alimentación. ¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo! Y no dejen de visitar nuestra sección NUTRICIÓN.