Los lácteos en la historia

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Los lácteos se encuentran en la base de la pirámide alimenticia dado su perfil nutricional. Además, en el marco de una dieta variada y equilibrada, conforman un elemento que contribuye a tener un hábito de consumo saludable.

¿Sabias que?

Hay evidencias arqueológicas que demuestran que los seres humanos ya cuidaban y ordeñaban vacas para producir leche hace 8000 años.

La palabra ‘yogur’ tiene su origen en el vocablo turco ‘yoğurt’. Un término que pudo entrar en el castellano a través del equivalente francés ‘yaourt’, ya registrado en la edición del Petit Larousse de 1925.

Los antiguos romanos le daban gran importancia a la producción del queso. Tanto les gustaba este lácteo que en las casas contaban con la ‘careale’, una sala junto a la cocina destinada exclusivamente para su elaboración y ahumado.

La crema o nata se convirtió en el ingrediente básico de algunas cocinas a lo largo del siglo XX. Tal era su prestigio como producto que a raíz de ella surgieron expresiones tan populares hoy en día como ‘la crème de la crème’ o ‘la flor y nata’.

El fundador del imperio mongol alimentaba a su ejército con ‘kumis’, una especie de leche fermentada. Según se dice, Genghis Khan pensaba que este producto lácteo proporcionaba vigorosidad y bravura a sus guerreros.

En la Antigüedad pensaban que el queso era un producto de origen divino. Tan genuino les parecía su sabor que atribuían la aparición de este lácteo a Aristeo, el hijo del dios Apolo.

En la Francia del siglo XVI se pensaba que el yogur era un alimento milagroso. Y todo porque, según la leyenda, el rey Francisco I se curó de una misteriosa enfermedad después de comerlo.

El consumo de productos lácteos se remonta a miles de años. Es más, se estima que alrededor de la mitad de la población humana ya estaba acostumbrada a tomarlos cerca del año 2000 aC.

Los lácteos son apreciados por el hombre desde tiempos inmemoriales. Tanto es así que, por ejemplo, en la Biblia se describía la tierra prometida como un lugar «rebosante de leche y miel».

El queso surgió de forma accidental. Según los primeros escritos sobre el consumo de la leche como alimento, en Sumeria y Babilonia almacenaban este líquido en pieles y tripas que, al exponerse al sol, se coagulaba, dando lugar al queso.

Fue un español de origen judío el que introdujo en Estados Unidos la primera producción industrializada de yogures. Todo un hito para los amantes de este lácteo que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX.