Conoce las propiedades nutricionales de la cerveza y los beneficios que su consumo moderado puede aportar a la salud, según estudios científicos recientes.
Tenerife.- La cerveza es una bebida fermentada de baja graduación alcohólica, que destaca por su perfil nutricional y por los beneficios que puede aportar a la salud cuando se consume de forma moderada. Su elaboración con ingredientes naturales como el agua, la cebada malteada y el lúpulo, así como su bajo contenido calórico (aproximadamente 45 kcal por cada 100 ml), la convierten en una opción interesante dentro de una dieta equilibrada.
Ingredientes que aportan valor nutricional
El agua representa el componente mayoritario de la cerveza y juega un papel clave en su calidad final. Contiene sales minerales naturales como el calcio, que influye en el color y la turbidez; los sulfatos, responsables del amargor; y los cloruros, que mejoran la textura de la bebida.
La cebada utilizada suele ser de variedades especialmente seleccionadas por su alto rendimiento cervecero. En el caso de España, predomina la cebada de “dos carreras”, por su riqueza en extracto, bajo contenido proteico y buena aptitud para el malteado.
El lúpulo, además de aportar el característico amargor, actúa como aromatizante natural y favorece la estabilidad de la espuma. También posee propiedades antisépticas y contiene compuestos con efectos sedantes que contribuyen a la relajación.
Vitaminas y minerales esenciales
La cerveza contiene una gran variedad de nutrientes, entre ellos vitaminas del grupo B como la niacina, la riboflavina (B2), la piridoxina (B6) y la cobalamina (B12). Estas vitaminas participan en funciones metabólicas esenciales y su presencia en la dieta mejora su biodisponibilidad.
Es también una fuente significativa de ácido fólico (vitamina B9), vital para el sistema nervioso, la regeneración celular y la prevención de defectos del tubo neural durante el embarazo. Se estima que aporta alrededor de 3 microgramos de ácido fólico por cada 100 ml.
En cuanto a los minerales, diversos estudios han identificado en la cerveza la presencia de silicio, magnesio, fósforo y potasio, todos ellos vinculados a la salud ósea, la mejora de síntomas en la menopausia o la posible prevención del deterioro cognitivo. Su bajo contenido en sodio la hace compatible con dietas hiposódicas.
Antioxidantes naturales y otros componentes beneficiosos
La cerveza es rica en polifenoles, compuestos antioxidantes que contribuyen a reducir el estrés oxidativo del organismo y podrían proteger frente a enfermedades cardiovasculares. Entre estos antioxidantes destaca el xanthohumol, presente en el lúpulo, con posibles propiedades quimiopreventivas según investigaciones científicas.
Las maltodextrinas que contiene son carbohidratos complejos de absorción lenta, lo que facilita una liberación sostenida de glucosa. En el ámbito deportivo, esto podría favorecer una mejor hidratación y recuperación tras el ejercicio físico, siempre bajo un consumo moderado.
Aporte de fibra soluble
Otro aspecto destacable es su contenido en fibra soluble, que ayuda a prevenir el estreñimiento y a reducir los niveles de colesterol. La cerveza es una de las bebidas con mayor aporte de este tipo de fibra en la dieta habitual.
Una bebida que puede formar parte de una dieta equilibrada
Gracias a su composición, la cerveza puede formar parte de una alimentación variada y saludable, siempre que se consuma con moderación. Sus nutrientes, compuestos funcionales y bajo aporte calórico la convierten en una bebida con potencial nutricional que va más allá del placer sensorial.
