Thomas Leeb defiende Acyre Gran Canaria “porque la Isla lo necesitaba”

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Thomas Leeb, presidente de Acyre Gran Canaria./ M.E.
Thomas Leeb, presidente de Acyre Gran Canaria./ M.E.

Thomas Leeb preside la Asociación de Cocineros y Reposteros de Gran Canaria (Acyre Gran Canaria). Además de chef ejecutivo del Hotel Santa Catalina, este austriaco de nacimiento, afincado en dicha isla desde hace 32 años, llega al cargo desde la Secretaría de Acyre Canarias, cuya base se encuentra en Tenerife. Con el beneplácito de la Federación de Cocineros y Reposteros de España (Facyre), la sede grancanaria está justificada por la condición geográfica del Archipiélago y por su propósito de aglutinar al sector de la restauración para consolidar el espacio que está adquiriendo en la economía local.

“Nuestro trabajo empieza abajo. Los chicos que salen ahora de la Escuela de Hostelería lo hacen muy motivados, pero se diluyen, pierden la ilusión, se quedan por el camino y ni siquiera, en muchos casos, llegan a tener un trabajo digno”. Esta reflexión sirve de punto de partida para hablar de un colectivo que aglutina a todas las escuelas del sector que hay en Gran Canaria y que nació el 23 de febrero. “Ese día éramos cuatro inconscientes y hace una semana llegamos a 848 socios”. Con una particularidad: “Todos somos iguales. En esta asociación no hay cocineros buenos o malos”.

Sin ánimo de lucro y sin cobrar “por nada”, solo con la condición de disponer de los productos para aquellos eventos a los que se trasladan -para eso ya tienen a uno de sus patrocinadores, Makro-, Acyre Gran Canaria persigue, también, el fortalecimiento del sector primario como proveedor de calidad de la restauración insular. “En esta Isla tenemos un producto maravilloso, pero desconocemos que está ahí”. En esa labor de rescate y puesta en valor menciona la fresa de Valsequillo, el café de Agaete, el langostino de Ingenio, quesos, fruta, verdura, pescados… “Un producto de la hostia”. Y predica con el ejemplo: “Muchos establecimientos empiezan a cambiar la carta. En mi caso, el 95% de los productos que se emplean en el Hotel Santa Catalina son de Gran Canaria”.

Leeb alude sin disimulo a “los problemas que tuvimos al inicio, porque hubo a quienes no les hizo mucha gracia la creación de Acyre Gran Canaria habiendo una asociación de ámbito regional, pero nosotros estamos satisfechos porque percibimos ilusión y mucho interés en el sector”. Un avance espectacular en tan solo tres meses de existencia.

“Hemos despertado a las instituciones y a los profesionales. Acyre se constituye en una gran familia”, sentencia su presidente. Thomas Leeb lo tiene claro: “Gran Canaria lo necesitaba. Esto no es un capricho. Es más, hasta ahora nos está costando dinero a quienes promovimos la asociación, pero la Isla la necesita”. Con 22.800 profesionales de la cocina censados (desde el fregador al cocinero), “queremos alcanzar los 2.000 asociados de todos los ámbitos como mínimo y estar bien posicionados dentro del sector primario”. Y eso se explica con un ejemplo: “Somos 800 y si cada uno compra el miércoles 10 kilos de fresa de Valsequillo consumiremos ocho toneladas en un día”. La conclusión: “Queremos motivar al agricultor, al ganadero y al pescador a que produzca más y mejor”.

Thomas Leeb se muestra como un firme defensor del producto canario, de todo aquello que se produce en las Islas y que se configura como un plus de calidad. “¿Por qué tengo que ir a un chino a comprar un paquete de algas que no sé dónde la elaboran ni de dónde viene cuando en Taliarte (Telde) tengo un banco de algas con variedades, frescas, impolutas, saludables y de las mejores que hay porque están controladas?”. Y sigue: “¿Por qué tengo que traer una corvina de Marruecos habiendo un criadero en Taliarte?”.

El presidente de Acyre Gran Canaria anuncia que trabajan “para que la isla también tenga un gran evento gastronómico”, pero laborando de una forma muy diferente. El caso de “Gran Canaria me gusta”, una acción desarrollada en tres años cargada de ponencias singulares: “En lugar de poner a los cuatro simpáticos de siempre, cada cocinero eligió un municipio y su producto y sobre él giraban las charlas, las degustaciones y las catas”. O sea, abriendo el abanico de participantes y ampliando la perspectiva de conocimiento y promoción.

Acyre Gran Canaria nació pisando fuerte, haciendo el ruido propio del resultado de su trabajo, en el que esta asociación implica a las consejerías directamente relacionadas con el sector de la restauración y con el turismo, porque “la intención es que a esta Isla venga la gente no solo por el sol y sus playas, sino por su gastronomía”. En esa línea, el próximo paso es “que Gran Canaria entre en el mapa gastronómico mundial a través de Madrid Fusión estando el próximo año, por primera vez”.