Un lujo al alcance de todos. Comida casera, abundante y a un precio extraordinario. Es una casa de comida, como esos establecimientos propios de la década de los setenta del siglo pasado, pero en pleno Santa Cruz de Tenerife, cerca del mar. Es una cocina exquisita, con productos que se perciben frescos y un tratamiento al fuego propio del conocimiento y saber hacer de un gran cocinero. Quizá, el mejor ejemplo de que para comer muy, muy, muy bien no hacen falta estrellas ni soles.
Al grano. Camarones. Los devoramos. No es fácil encontrar en esta ciudad un lugar en el que saborear estos crustáceos con el punto de cocción perfecto y el nivel de sal apropiado. La “piel” casi se caía invitando a “engullirlos” sin pelar. En cualquier de las dos formas, el resultado en boca es el mejor.
Croquetas. De atún y de jamón. Y, otra vez, de matrícula. Ese toque cremoso de la bechamel arropa perfectamente un buen surtido del producto principal (no se escatima ni el atún ni el jamón) demostrando que el cocinero, Ramón, sabe manejar los niveles y tiempos en el fogón. No es nada fácil encontrar en un bar o restaurante croquetas “decentes”. En el Bahía son una exquisitez.
Codillo de cerdo. No es un plato al uso por Canarias, pero de la cocina de Ramón solo parecen salir exquisiteces. Insistimos, el lugar no lo parece, pero estamos ante un restaurante en el que el entorno esconde una cocina de primerísimo nivel. Servido con cebolla caramelizada que le aporta dulzor y papitas fritas casi desmenuzadas, la carne se presenta con el toque dorado y crujiente necesario y un grado horno preciso, hasta el punto que se rompe al corte suave. El paladar se monta una fiesta.
Rabo de toro. Más inusual aún en las Islas, por lo que saborearlo como lo elaboran en el Bahía es todavía más sorprendente. Acompañado de papas fritas, esta carne es una de las especialidades de este restaurante. Poco o nada que envidiar al genuino rabo de toro cordobés. Sin duda, este exquisito cocido de la gastronomía española es un ejemplo de los vastos conocimientos del cocinero. Sabrosa, con la fortaleza propia de esta carne pero sin exceso y sin necesidad de demasiado aderezo.
El restaurante cafetería Bahía es modesto, sencillo, familiar. El servicio es muy profesional, atento, eficiente, cortés y cercano sin excederse. La cocina es de altura pero para el común de los mortales. La clientela es, esencialmente, de trabajadores, familias y personas mayores. Los menús se presentan con precios apropiados para ese segmento de clientela.
En la carta (pizarra), además, pata aliñada, huevos rotos, rabas, coquinas, pulpo a la gallega, salmorejo cordobés y sardinitas a la plancha.
La ficha
- Avenida de Anaga, 7
- Santa Cruz de Tenerife
- Tel.: 666 824 900