Eso de almorzar de picoteo es una costumbre que se va extendiendo. La cosa no está nada mal porque permite probar una mayor diversidad de platos y realizar combinaciones casi imposibles. Otro aspecto positivo que tiene este “modelo” de comida es que cualquier mediodía de lunes a viernes es ideal para ello (el fin de semana llama más a disfrutar de momentos reposados). En Güímar hay un lugar, Tasca La Bodega, muy recomendable para este tipo de encuentros culinarios.
En plena travesía, en la calle Obispo Pérez Cáceres (insigne nombre para güimareros, tinerfeños y canarios), aparenta ser un bar de los típicos de la carretera general del Sur a mediados del siglo XX. La realidad es que, pasado ese pequeño espacio, nos encontramos ante unas escaleras que llevan a un patio canario interior en el que y alrededor del que están dispuestas las mesas para los comensales. Este lugar tiene un gran potencial, solo con su arquitectura.
Al grano. Para abrir boca, dos buenas porciones de queso curado al pimentón de Fuerteventura bañado con miel. La miel es un elemento que el cocinero conoce a la perfección. Su uso en esta comanda fue acertadísima en todo momento. En este primer plato sirve de “condimento” de contrapunto, equilibrante y hasta mejorante. Un queso canario es sinónimo de calidad, éste lo era, pero, además, aquí solo fue una de las partes del plato. Al paladar, una combinación suavemente melosa. Muy bueno.
Para romper, carne con papas. Admitamos que cada uno tiene su gusto. En esta comanda de tres, bastante dispares entre sí. De ahí que el punto de picante que tiene este plato en La Bodega de Güímar fuera ensalzado por uno, entendiendo que no “mata” ese conjunto de sabores que se reparten la carne (algún trozo un poco seco) y los tacos de papas (alguno, bastante pasado) sino que suma a una de las recetas más representativas de la cocina familiar. Rebañar la salsa con el pan es inevitable.
De cierre, papas La Bodega. Un plato muy sencillo y, por tanto, bastante original. Se trata de un buen puñado de papas fritas (de esas que se cosechan, no de las bolsas industriales del supermercado) mezcladas con morcilla dulce canaria en abundancia y todo revuelto con bastante cebolla con un toque caramelizado. Es fácil: una bomba de color y de sabor. Todos los elementos de este plato pueden ser ingeridos por separado de forma satisfactoria y combinados a dos y/o a tres del mismo modo. Es una gozada de propuesta. De esas recetas que te encuentras inesperadamente y que sabes que repetirás.
La Tasca La Bodega, en Güímar, es uno de esos establecimientos a descubrir paulatinamente por aquellos a los que gusta disfrutar comiendo y, especialmente, con una sobremesa serena. La oferta culinaria es atractiva, sugerente. Pedro, el cocinero y alma del lugar, demuestra conocimientos y técnica en los platos que presenta. Y a la hora de recomendar da en la diana. El postre… ¡Déjenle elegir!
Tasca La Bodega es un establecimiento de comida tradicional, comida casera, elaborada con productos locales, con un trato excelente y una relación calidad/precio interesante.
Apuntado queda: Tasca La Bodega, en el corazón de Güímar.
La ficha
- Obispo Pérez Cáceres, 21
- Güímar
- Santa Cruz de Tenerife
- Tel.: 822 259 645