The New York Times recomienda como destino turístico a Bodegas Arzuaga Navarro

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La D.O Ribera del Duero está conformada por más de 300 bodegas, 56 de ellas adscritas a la Ruta del Vino Ribera del Duero, por lo que tenemos a nuestra disposición una amplia selección de bodegas para disfrutar de una escapada enoturística. Sin embargo, si lo que buscamos es una experiencia enoturística completa no podemos dejar pasar la bodega, hotel&spa cinco estrellas Arzuaga Navarro, uno de los mayores complejos enoturísticos de Europa. Situado en Quintanilla de Onésimo, en un espacio casi mágico creado por el Duero y salpicado de amplias extensiones de vides, encontramos cerca de 1400 hectáreas dedicadas al mundo del vino de las que no será necesario salir para disfrutar de la naturaleza, los viñedos, la rica gastronomía de la zona y de los beneficios de la vinoterapia.

Y es que Bodegas Arzuaga Navarro ha sido incluido como uno de los 52 destinos turísticos recomendados por el The New York Times para visitar en este año 2018. En su suplemento Travel, que se publica con carácter anual, la prestigiosa publicación neoyorquina recomienda la visita a estas bodegas como la mejor manera de sumergirse en un mundo de sensaciones en torno al vino siendo el único lugar destacado en el diario, junto a la ciudad de Sevilla, para visitar de toda España.

Bien sea en pareja o en familia, tanto el Hotel & Spa Arzuaga como la bodega, se convierten en el lugar ideal para aquellas personas que quieran disfrutar de una escapada romántica o en familia, aprovechando alguno de los seis planes enoturísticos que Arzuaga Navarro ofrece en su web y que nos permiten contemplar la fauna salvaje que se encuentra en la finca La Planta, recorrer un trayecto desde el hotel a los viñedos, una preciosa zona de la orilla del río Duero o visitar las instalaciones y conocer la elaboración de sus vinos.

Así, por ejemplo, en la finca podremos disfrutar de los paisajes del viñedo, cuidado para que los rendimientos sean muy limitados en sintonía con unos suelos de escasa fertilidad y el duro clima propio de la zona, consiguiendo mostos concentrados a partir de los que se elaborarán algunos de los vinos más reconocidos de la D.O Ribera del Duero como el tinto Arzuaga Crianza, buque insignia de la bodega, o La Planta. Pero junto al vino también hay espacio para una importante reserva natural donde sabinas, pinos y una encina milenaria conviven con ciervos, muflones y jabalíes que, el visitante podrá ver y pasear entre ellos tranquilamente.

Un gran hotel y dos restaurantes completan el complejo y redondean la experiencia

Pero sin duda una de las grandes ventajas que ofrece al viajero este espacio enoturístico es la perfecta integración de la bodega y sus servicios de alojamiento y restauración.

El hotel, situado a unos pocos kilómetros de la finca La Planta, nace como una perfecta continuación de la bodega, destacando el equilibrio de su diseño y decoración, rústica y lujosa, en la que no faltará ningún destalle en cualquiera de sus 96 habitaciones desde las que tendremos vistas a los viñedos o a la bodega. Y completando al hotel encontraremos dos propuestas gastronómicas diferentes que responderán a los gustos de cualquiera de sus visitantes. Así, existe un espacio gastronómico más tradicional, en el que encontraremos la gastronomía más casera, con el lechazo como plato estrella, y una amplia variedad de menús a la carta que convive perfectamente con el nuevo Taller Arzuaga, a cargo del chef Víctor Gutiérrez, 1 Estrella Michelín en su restaurante del mismo nombre en Salamanca), un restaurante de vanguardia, con un decorad original, sobrio y elegante creado por Amaya Arzuaga y en el que la cocina es mucho más creativa.

La carne de caza es la estrella, como no podría ser de otra manera, pero la implicación del chef nos permite descubrir una versión singular de la cocina castellana de vanguardia en un menú cerrado. Además, se pueden probar platos castellanos como el pincho de lechazo asado al sarmiento, las chuletillas de cordero o un jabalí lechal confitado a baja temperatura y acabado crujiente. Todo ello sin olvidar las chuletillas de cordero o el típico lechazo castellano, asado al horno de leña, sin duda uno de los platos estrella del territorio.

Wine Spa

Pero la experiencia Arzuaga Navarro no acaba aquí puesto que podemos completar nuestra escapada con los tratamientos corporales que ofrece el spa, donde se ofrece vinoterapia, jacuzzi de vino o masajes con crema de vino. Sin embargo, el Wine Spa Massage es el tratamiento estrella y exclusivo en toda la zona de la ribera del Duero, ya que la exfoliación se hace con pepita de uva, la envoltura en hollejos y se completa la sesión con un baño en vino tinto con el que se consigue despertar todos los sentidos y sumergir al visitante en el mundo de la vinoterapia.

Esta cuidada y constantemente renovada oferta turística que se completa con visitas guiadas, talleres de cata y ofertas adaptadas a las diferentes épocas del año hacen posible que una visita a Arzuaga sea una inmersión completa en el mundo del vino que nos permite olerlo, verlo, sentirlo y, sobre todo, saborearlo en un destino enoturístico donde la tranquilidad y el silencio se convierten en los mejores aliados para disfrutar de una escapada inolvidable.