Quizá es la receta más elaborada por cocineros, porque muchos la consideramos la mayor creación hecha en un fogón; puede que ninguno la hagamos igual y es posible que sea la elaboración con más variantes y géneros añadidos que existe en cualquier recetario culinario.
Son muchas las leyendas, historias y teorías que han colocado la tortilla de papas en el siglo XIX. Lo cierto es que casi todas las leyendas y teorías giran en torno a las Guerras Carlistas. Así que navegando entre libros encontramos hechos como los que en breve les describo. Como hay tantas versiones diferentes, es probable que nunca sepamos el origen real de la tortilla española. Pero no importa, porque es deliciosa y fácil de hacer.
El registro más antiguo de la tortilla española data de 1817, en un documento que explica las condiciones de escasez de los campesinos en contraste con la gente que vivía en Pamplona u otras áreas de Navarra, aunque le añadían otros ingredientes, aparte de papa y huevo.
Era considerada una solución alimenticia poco valorada culinariamente, pero útil para paliar las terribles hambrunas de la época. Sin embargo, el siglo XIX es el que contempló los ensayos más serios de hacer atractiva la papa para paliar las frecuentes necesidades alimenticias de la época.
Algunos sugieren que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien inventó la tortilla de papas «por necesidad», ya que era un plato simple y nutritivo capaz de saciar el apetito de su ejército Carlista. Un párrafo en concreto relacionaba la aparición de la tortilla de papas con esta comunidad, “…dos o tres huevos en tortilla para cinco o seis, porque nuestras mujeres la saben hacer grande y gorda con pocos huevos mezclando patatas, atapurres de pan u otra cosa…”
Otros proponen que la invención se le debería atribuir al cocinero belga Lancelot de Casteau, que publicó la receta en 1604 y que trabajó como cocinero de tres obispos de Lieja.
Sin embargo, en el libro «La patata en España. Historia y agroecología del tubérculo andino», escrito por el científico del CSIC Javier López Linaje, se sitúa el origen de la tortilla española en la localidad extremeña de Villanueva de la Serena, en el siglo XVIII. La obra hace referencia a documentos que hablan de la tortilla de papas en esta localidad en 1798 y atribuye su invención a Joseph de Tena Godoy y al marqués de Robledo. “Resulta curioso, cuando edité el libro por primera vez ya había visto ese documento, pero hasta que no he revisado mis papeles no he sido capaz de comprender el alcance real de lo que allí se decía”, afirma.
El hecho es que no conozco a nadie que no sea capaz de hacer esta receta, a muy pocos que no les gusta y, lo más interesante, utilizando tres ingredientes nadie la hace igual. Curioso.