Es éste un manjar que sabe a antiguo y que hay que degustar en compañía, con coleguitas que les guste el rollo, sin prisas y con actitud abierta y propicia al dominó, al envite y hasta al canto y la parranda, es como mejor podemos disfrutar de este plato y si encima tenemos la suerte de estar en el lugar de nacimiento de este plato mejor que mejor. Si estuviéramos en un pueblo americano seguro veríamos un cartel que diría ¡Welcome to La Gomera!, pero como andamos por Canarias seguro nos recibirían a modo «silbo», ¡damas y caballeros bienvenidos a La Gomera! y hoy toca un Cabrito embarrado, empiecen a salivar como salvajes que empezamos.
Barrar, significa, básicamente, untar la carne con una pasta preparada en el mortero. Las recetas de cabrito barrado se pueden aplicar, al conejo, pollo o al atún si les mola más el producto del mar.
Seguro que mis amigos argentinos sentirán la tentación de probar este plato, ya saben que les va el tema de los asados, pero por estos lares no nos quedamos atrás. Los que son de otras partes y no tengan este hábito hagan lo siguiente, preparen la cesta como si fueran al Parque de Jellystone cuiden bien todo si oyen un ¡EY,EY,EY,EY!, no les vuelen el baifo. Avisen a los amigos, pillen el vino y las cervezas, en el bolsillo de la cesta guarden dominó y baraja, por si se da bien lleven la guitarra, preparado esto empieza la diversión. Dicho esto y llegados al asadero toca cocinar, por lo tanto empezamos la receta.
Ingredientes
Un cabrito (3 ó 3,5 Kg. como mucho, si no, no es cabrito)
Una cabeza de ajos
Una pizca de cominos
Una pizca de romero
Una pizca de orégano
Dos pimientas
Una cucharadita de pimentón
Dos hojas de laurel
80 gm. de almendras que tostaremos, pelaremos y moleremos
Sal
300 gm. manteca de cerdo
1 lt. de vino tinto
Una cucharada sopera de vinagre
Aceite
Cerveza
Podemos elaborar de dos formas o más, pero yo me inclino por éstas.
1.- En un mortero machacamos bien, unos dientes de ajos, cominos, romero, pimientas (palmera a ser posible), tomillo, un poco de las almendras tostadas y molidas y el orégano, con un poco de sal gruesa, por supuesto. Añadimos manteca (antes se cocinaba así en Canarias), vinagre y le agregamos este embarrado al cabrito hasta cubrirlo por completo, lo reservamos en este embarrado unas 24 horas en la nevera. Hecho este proceso, lo vamos friendo en un sartén con aceite y unos dientes de ajos sin pelar. Sacamos los trozos de cabrito y los vamos colocando en un caldero, junto con un vaso de cerveza, el pimentón, unas hojas de laurel y el litro de vino tinto, más el líquido que sobró del barrado. Dejamos que se valya guisando la carne y consumiendo parte del vino, unos treinta minutos a fuego lento.
2.- Para mí esta es la más original, divertida y sobre todo tradicional. Se hace el mismo proceso de elaboración, embarramos el cabrito y bien lo asamos a brasas o bien en el horno. Hecho a brasas mejor «pintar» con la salsa de manteca varias veces a lo largo del asado, si utilizamos un manojo de hinojo a modo brocha seguro daremos un mejor sabor, si quieren pueden utilizar una técnica de nuestros ancestros y rociar con una salmuera a la que añadiremos un poco de zumo de limón, como todo esto de cocinar va en gustos ustedes deciden.
Sentados a la mesa al grito de «envido», les dejo hasta otra ocasión, el tiempo acompaña, hagan la prueba de este plato y no olviden regar con buen vino, ¡Que suerte vivir aquí!.