Restaurante El Pino sigue en la cocina tradicional

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Fabada, Restaurante El Pino
Fabada, Restaurante El Pino./ Manuel Expósito

Esta es una de esas ocasiones en las que el comensal resumiría fácilmente el resultado de la comanda: buena y barata. El restaurante El Pino forma parte de esa tradición culinaria de varias generaciones de tinerfeños, que durante décadas han pasado por su comedor para degustar recetas muy tradicionales y simples. La cocina de este establecimiento resume la grandeza del recetario y los fogones de nuestras casas de comida.

Pero el restaurante El Pino está actualmente en una nueva fase, con nuevos responsables, con nueva cocinera, pero manteniendo el mismo ambiente y la misma carta. La oferta es prácticamente la misma y se ajusta a los cánones de este tipo de establecimientos: la sopa, el potaje, la carne, algo de pescado, una ensalada, el quesillo…

En el caso que nos ocupa optamos por una fabada muy sencilla. La media ración llega a mesa muy bien servida (en cantidad), a una temperatura adecuada para quien llega con un punto alto de hambre, muy sabrosa y equilibrada, con las judías muy suaves y sin que los complementos (tampoco tenía muchos) distorsionen un plato bien logrado.

De segundo, algo tan sencillo como medio pollo. Escrito quede que este plato es una buena elección. El pollo llega acompañado de las tradicionales papas fritas. Esta combinación tan común tiene la clave en el punto de cocción de ambos productos. La papa frita servida no procede de una bolsa congelada de un supermercado, sino de la huerta. El pollo se sirve jugoso, pero con la piel perfectamente tostada. Sobran los mojos.

El restaurante El Pino tiene madera. Esta etapa se presenta como una continuidad de la cocina tradicional que siempre triunfó en este establecimiento. El recorrido se verá con el tiempo.

La ficha

Restaurante El Pino