Sobre el origen de las torrijas, la verdad es que hay muchas versiones sobre quién las creó o dónde surgió la receta. Algunos dicen que provienen de la antigüedad, de la época de los romanos, y otros afirman que comenzaron a prepararlas las monjas, como una forma de alimentarse durante los días de Semana Santa y aliviar el ayuno propio de la Cuaresma.
Como ocurre con todos los dulces tradicionales, existen múltiples versiones y variantes para todos los gustos.
En cualquier caso, la tradición de comer torrijas en Cuaresma y Semana Santa aún perdura.
Yo simplemente lo recuerdo viendo a mi abuela en la cocina, cortando las barras de pan para luego remojarlas en la leche que previamente había hervido con canela y limón. Ese olor nos avisaba de que pronto tendríamos un plato en la mesa para poder degustarlas.
En mi casa siempre se han hecho de la misma forma: con pan del día anterior, mojadas en leche.
Y aquí les dejo la receta de las que se hacen en mi familia, las mismas que me enseñó a preparar mi abuela. Aún hoy, esa tradición sigue viva en mi casa, tanto en Semana Santa como en carnavales, o simplemente cuando sobra mucho pan y se preparan en cualquier momento del año.
Receta tradicional de torrijas
Las torrijas son un clásico de la gastronomía casera en Cuaresma y Semana Santa, aunque en muchas casas, como la mía, se preparan en cualquier momento del año. Aquí te comparto la receta que me enseñó mi abuela, sencilla y deliciosa.
Ingredientes
- 1 barra de pan del día anterior (mejor si es tipo pan especial para torrijas o pan de corteza fina)
- 1 litro de leche
- 1 o 2 cucharadas de azúcar (al gusto y según la cantidad de leche)
- 1 ramita de canela
- Ralladura de limón (al gusto)
- 2 huevos
- Aceite para freír (preferiblemente de girasol)
- Azúcar y canela en polvo para espolvorear
Preparación
- Hervir la leche
Coloca la leche en un cazo con la canela en rama y la ralladura de limón. Llévala a ebullición, retira del fuego y añade el azúcar. Remueve y deja templar. - Preparar el pan
Corta el pan en rebanadas no muy finas. Cuando la leche esté templada, moja las rebanadas una a una, dejándolas empapar bien sin que se deshagan. - Bañar en huevo y freír
Bate los huevos en un plato hondo. Calienta el aceite en una sartén. Pasa cada rebanada por el huevo batido y fríela en el aceite caliente hasta que quede doradita por ambos lados. - Escurrir el exceso de aceite
Retira las torrijas y colócalas sobre un plato cubierto con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. - Espolvorear y servir
Mezcla azúcar con canela en polvo y espolvorea por encima de las torrijas aún calientes.
¡Y listas para disfrutar! Doradas, aromáticas y con ese sabor a tradición que nunca falla.
