Parecería que los inspectores de Michelin no andan mucho por estos parajes y, sin embargo, la Guía confirma tres visitas en el año 2017 al local del lagunero restaurante Nub. Desde 2016 debía permanecer cerrado el restaurante, ya que una resolución de clausura del Ayuntamiento de La Laguna así lo dictaminaba a la espera de que se legalizase y se adaptase el local a cuestiones de seguridad. Ahora, los caballeros de la marca de las “ruedas redondas” dicen que si se cambia el negocio de lugar podría perder la Estrella para el año 2019, aunque no en este 2018 ya que no hay tiempo de modificar la Guía ya impresa y puesta a la venta. Lo que sí harán es actualizar la edición digital en cuanto se conozca la decisión del Consistorio lagunero, según ha informado Ángel Pardo, responsable de comunicación de la Guía, a la Cadena SER.
Lo que muchos no llegamos a entender es como, o de que manera, los inspectores acuden a determinados locales y a otros no, porque locales, no solo en Tenerife, sino en Canarias, los hay a decenas que bien podrían lucir la estrella tan ansiada. De hecho, algún equipo de cocina celebró -durante el pasado 22 de noviembre y antes de que se supiera quienes eran los nuevos afortunados-, la obtención de una Estrella que nunca les llegó. Sus redes sociales así lo reflejaban desde la misma mañana del día de autos.
¿Cómo funciona este negocio? Sí, negocio. Pues debe haber algún “Xman” michelero y chicharrero “rodando” por Tenerife, pero, es evidente, no debe asesorar muy bien ya que, por lo visto, el Archipiélago le queda grande, porque parece inaudita la falta de reconocimiento de las excelencias restauradoras existentes en cualquiera de las otras por parte de la Guía. De ahí que gane enteros la idea de quienes apuntan que se debe más a una labor política de alguna institución que otra que a la ejercida libremente por los inspectores responsables de las Estrellas. En estos días la escena fue real: un vuelo de Iberia vía Madrid lleno de periodistas marinando viandas con vinos tinerfeños a 30.000 pies de altura, con sumiller tinerfeño incluido; la prensa internacional, nacional y la “oficial” de la isla en todos los actos y cotillones de celebración en estos días…
Lo que debería ser un acto de orgullo y satisfacción, como diría nuestro querido monarca emérito, quedará como una desgraciada y negativa anécdota, seguro. Presumir de una nueva estrella no presumiremos, no. Acordémonos cómo hirvieron los calderos de las instituciones locales, insulares y regionales o los propios medios “oficiales” de comunicación cada vez que en el pasado alguno de nuestros restaurantes fueron reconocidos con la ansiada Estrella. Ahora, todos callan. La RTVC ni le ha dedicado un minuto al tema. Para ellos, esto parece ser que no ha sucedido, aunque consejeros del Gobierno si asistieron al acto en el Ritz Carlton Abama con todo los agasajos y beneficios personales que reportó.
¿Sale Tenerife y, por ende, Canarias perjudicada ante los responsables de la Guía para un futuro? El tiempo lo dirá. Esperamos que no sea así y que simplemente quede en el anecdotario de las Michelin, que lo hay. Eso sí, que busquen a otro “Xman” ya que el actual no les hace un gran favor ni a ellos, ni a Tenerife y, mucho menos, al destino turístico y gastronómico que es Canarias.
