El 43% de los momentos de consumo de vino tiene lugar en bares y restaurantes

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Vino de Canarias. Cedida. entre7calderos.
Vino de Canarias./ Cedida.

Los fines de semana y festivos son los momentos de mayor consumo de vino, especialmente el domingo, en concreto el 26% de los actos de consumo, frente al 19% de la cerveza, según muestra el “Mapa Motivacional del Consumidor de Vino en España» promovido por la Organización Interprofesional del Vino de España, en colaboración con la empresa BMC Strategic Innovation y en el que han participado más de 1.800 personas.

El estudio, basado en el análisis de más de 3.500 ocasiones de consumo, pone de relieve el rol del vino como facilitador de experiencias de disfrute en compañía. El sentido de pertenencia sería uno de los principales espacios motivacionales para el consumidor de vino con un 17%, junto al de liberarse, que ocuparía un 18%. “Tomar un vino como excusa para compartir más tiempo con tus amigos es una de las principales razones que señalan los encuestados, dato que evidencia el carácter social y de nexo cultural que se le otorga al vino”, señala Coro Ramos, directora de Marketing de la Interprofesional del Vino de España.

El 43% de las ocasiones de consumo se produce fuera del hogar, frente al 54% que tienen lugar en casa. En este aspecto, los establecimientos tradicionales (36%) y las terrazas al aire libre (24%) son las ubicaciones preferidas para el disfrute de esta bebida, seguidas de los lugares elegantes y sofisticados (12%) y los íntimos y acogedores (8%).

Las comidas o las cenas concentran la mayor parte de los momentos de consumo de vino. De hecho, la comida se encuentra presente en más de un 86% de los actos de consumo, posicionándose como un valor muy presente en la gastronomía y tradición culinaria en España. En cuanto al tipo de comidas con las que se acompaña, el vino se distingue por un mayor consumo cuando tenemos delante un plato de carne (26%), de pescado (16%) o paella (14%), mientras que las cervezas destacan en los aperitivos y tapas.

Otra de las conclusiones que arroja este estudio es que el vino se perfila como un ensalzador de momentos cotidianos, en el que esta bebida sirve como acompañamiento de las actividades del día a día. Muestra de ello es que la mitad de los encuestados (50%) afirman que consumieron vino como acompañamiento de una comida, el 38% en su tiempo de ocio y el 24% durante una celebración especial.

Cliente más exigente y planificador

Según el estudio, el tipo de consumidor de vino tiene un perfil más exigente y se plantea su consumo con una mayor planificación, frente al de la cerveza que es más espontáneo. Además, el tipo de comida o los invitados son algunos de los factores que los consumidores tienen en cuenta para decantarse por un vino u otro.

El mapa también destaca dos barreras principales con las que se encontraban hasta ahora los potenciales consumidores de vino: la falta de carácter refrescante, en lo que entraría la temperatura correcta de servicio del vino, y su presentación en formato tradicional (75 cl) que puede dificultar consumirlo de forma individual. A este respecto, habría que destacar la cada vez más extendida oferta de vinos por copas en los locales de restauración. En el plano doméstico, por otro lado, también existen varias formas de conservar el vino una vez abierto como los tapones de vacío, que permite mantener las propiedades del vino.

Fuente: hosteleriadigital.es