El Pollito se presenta como guachinche, aunque no lo es. Es un espacio amplio, ruidoso en esta ocasión que lo visitamos. Y con esta presentación ya sabemos que estamos ante una casa de comida tradicional, pero especializada en la carne a la brasa. Especialmente, en el pollo, naturalmente.
La comida aquí es lo que realmente importa. Y si quiere comer bien, un buen producto, con buen atendimiento y a buen precio, este es un lugar a tener en cuenta. Carne encuentra la que quiera, pescado, no. Tiene algunas propuestas en la carta que llaman la atención, como champiñones rebozados rellenos de almogrote, pero nosotros optamos por lo tradicional.
Para abrir boca, unos churros de pescado. Cuatro para dos, grandes, de rebozado crujiente, con un alioli espectacular para aquellos a los que les guste algo fuerte de sabor. El conjunto de estos “soldadtos de Pavia” -el nombre real de la receta- resulta ser una buena elección para comenzar. Bueno, de segundo plato tampoco hubiera estado nada mal por lo contundente de su preparación. El rebozado, algo simplón, lo deslució ligeramente. El alioli lo resolvió.
Entrecot de ternera, preparado al gusto del comensal, con el punto de sal adecuado, con un corte perfecto, de sabor marcado y en la cantidad adecuada para que no sea ni un exceso ni un defecto. Plato sabroso y muy recomendable en el restaurante El Pollito.
Medio pollo a la brasa es el otro aporte a la comanda. Aunque el punto de fuego fue algo corto, en esta ocasión, estaba sabroso bañado con mojo rojo como aderezo. Las papas fritas resultaron el acompañamiento perfecto e indispensable para quedar saciados y disfrutar de sabores y recuerdos como los de las parrillas en área recreativas en épocas estivales. Un placer de juventud.
El restaurante o guachinche El Pollito es un ejemplo perfecto de la calidad media de la mayoría de los establecimientos de comida con que cuenta la Isla. Es un recinto para disfrutar de una buena comida, en un buen ambiente, con un buen servicio en sala. Es un lugar muy demandado. Tiene éxito. Con eso debe bastar.
La ficha
- Calle La Asomadita, 17
- El Sobradillo
- Santa Cruz de Tenerife
- Tel.: 922 613 932