En nuestra cultura la Navidad es momento de celebraciones, tradición, compartir y reunirnos en torno a una mesa para disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos y de los alimentos.
Todos recordamos a las fiestas navideñas sentados a una mesa llena de amigos, familiares y todo tipo de platos con los que agasajarnos.
En navidad además de la función social, también es momento de ser conscientes de la posibilidad de mantener la dieta y conciliar estas celebraciones sin olvidar la salud. El acto de comer debe ser una acción placentera y compatible con preparaciones sanas y saludables.
La prevención es el secreto que hace que podamos permitirnos disfrutar de los alimentos en las navidades y las celebraciones, sin perder salud ni calidad de vida. No se trata de un propósito para el año nuevo, es un hábito que debemos cultivar todos los días.
No podemos acordarnos de ellos cuando tenemos problemas de salud y los valores de colesterol, glucosa o triglicéridos son altos; o cuando no entramos en los pantalones tras las fiestas navideñas y es urgente tomar medias y perder peso. La frase de “Ya empezaré en Enero la dieta o el gimnasio” suele durar tan sólo unas semanas.
En Navidad también la prevención y la planificación alimentaria es la clave fundamental para evitar la obesidad, digestiones pesadas, diabetes, etc… A la que hay que añadirle la práctica habitual de ejercicio físico.
Está en nosotros hacer que nuestro organismo disfrute de ellas y no sufra con los excesos, que por otra parte son evitables y que además dañan nuestra salud.
Hay que saber conjugar todos los alimentos con moderación, en pequeñas cantidades y que estén presentes verduras, frutas, pescados, carnes, cereales así como seguir los consejos de los profesionales aun en las fechas navideñas, siempre y cuando nuestro organismo no sea intolerante a alguno de los productos navideños donde por descontado hay que eliminarlos de la ingesta.
Las recomendaciones que podemos hacer en Navidad son:
1º.- Siempre hay que desayunar. Nunca debemos ayunar y menos aún en previsión de una comida copiosa en el día, lograremos el efecto contrario, ya que bajan los niveles de glucosa y nuestro organismo nos incita a comer más rápido, con más apetito y mayor cantidad, lo que hace que el cuerpo tenga que realizar un mayor sobreesfuerzo a todos los niveles.
2º.- Si el evento es un almuerzo, realiza a media mañana una ingesta de fruta que haga que no llegues con ansiedad a la comida.
3º.- Si es una cena, realiza un almuerzo igualmente saciante, rico en fibra y vitaminas que sea ligera y fácil de digerir.
4º.- No piques nunca mientras preparas lo platos, como norma habitual y también en estas fechas.
5º.- Mastica despacio, raciones pequeñas, sin salsas ni fritos. La primera digestión se realiza con nuestra masticación.
6º.- Que las ensaladas y verduras sean la parte mayoritaria de tus platos. Mejor alimentos a la plancha o al horno, antes que fritos y con salsas.
7º.- Quita la sed con agua, los refrescos en su gran mayoría producen gases y los vinos y cervezas contienen alcohol y deben ser tomados con moderación. Reservemos el alcohol para el momento del brindis.
8º.- Los turrones, alfajores y mantecados son los líderes del azúcar en Navidad, pero disfrutarlos lentamente y poder complementarlos con frutas hace que reduzcamos incoscientemente su consumo y con ello también reducimos el azúcar y las grasas consumidas.
9º.- No olvidarnos que “¡No es la última cena!” no hay porque comérselo todo, mejor raciones pequeñas.
10º.- Nunca nos olvidemos de hacer ejercicio, largas caminatas y paseos para facilitar las digestiones y quemar las grasas de los excesos.
No debemos olvidarnos que siempre hay que seguir las recomendaciones de médicos, enfermeras o nutricionistas que sabrán adaptarlos en cada momento a nuestra morfología. Estos consejos hay que personalizarlos a la situación particular de cada persona y hacerles el oportuno seguimiento.
Todo lo que está reñido con la salud no es un placer; por lo que debemos recordad que comer debe ser siempre un placer.
¡Felices y saludables fiestas navideñas!
¡Qué 2020 venga con salud para todos!