Mil sabores, una cocina naturalmente sabrosa

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Pato./ M. Expósito

La cocina trabaja con 42 referencias, con productos frescos procedentes del mercado del agricultor de Tacoronte (verduras y frutas recién recolectadas por los agricultores) y de La Laguna. Es un ejemplo sobresaliente del modelo “comida lenta” (slow food), el que apuesta por “los productos naturales, las recetas locales y el deleite en el sentido del gusto, sin prisas”. La premisa es “que el cliente coma fresco y calidad”. Eso se nota en todos los platos. Hasta en el pan casero, casero, casero.

Albert Amat, secundado por Mensi en la cocina, aporta un plus a la gastronomía del lugar. Su sabiduría vitícola como sumiller es una garantía para redondear una comanda con el maridaje perfecto. Sobra decir que su recomendación no es cuestionable. Empecemos por ahí: “El Sitio de San Juan”, un vino amable de malvasía aromática, y “La Haya barrica”, elaborado con listán blanco. El primero, perfecto, suavísimo en boca y muy persistente, dejando una sensación duradera; el segundo, más robusto, elevó la mesa al sobresaliente (la barrica doma al vino sin aportar la vainilla).

De entrante, sobrasada de cochino negro. Perfecta es decir poco. De hecho, elevó las expectativas de la comida. Le acompañó una mantequilla de hierbas que sirvió de contrapunto. Sabrosísima. En medio, aceite variedad arbequina. Este combinado para comenzar deja el paladar preparado y expectante. Y el comensal, además, encuentra un regalo en el pan: huele y sabe a lo que es.

Ensalada de rúcula con jamón ibérico. Como todos los platos, se elabora en el momento y las hojas están recolectadas el mismo día. El paladar le confirma otra de las premisas de Mil Sabores: de la huerta al plato. Si esta hortaliza (que no es cualquiera solo por “su peculiar y agradable sabor, sino por sus grandes ventajas para nuestro organismo”) le hace descubrir que su sabor es distinto al común, combinada con tomate cherry y tomate seco, queso de cabra y lechuga hoja de roble le maravillará. Fresca, intensa, potente. El jamón le aporta el salado y la fuerza necesaria. ¡Una sorpresa!

Pata de cochino negro (cocida al horno entre cuatro y cinco horas) con cebolla caramelizada a la miel de palma, pimientos del piquillo, papa negra con mojo y regado con aceite de oliva virgen extra. Es un manjar sobresaliente. El tubérculo separado de un bocado con todos los elementos del plato ayuda a remarcar el gusto de la carne frente al dulzor de la planta.

Tataki de atún con frutas tropicales (piña, melón, sandía… la de temporada) maceradas con sésamo y cilantro. Sin prejuicios. Este plato está cargado de una combinación de sabores en los que la piña herreña aporta en boca un punto que complace la curiosidad del comensal. La preparación del atún es tan perfecta (se deshace al tocarlo y es un manjar para las papilas) que el dulzor del melón de Tejina solo consigue ser un gran compañero al paladar. El frescor de la sandía es un añadido inesperado. Muy recomendable.

Mil Sabores es uno de esos restaurantes con atractivo, en un enclave privilegiado cuyo entorno parece ganar según se acerca la noche. Garantizada la frescura y la calidad del producto, con una relación calidad/precio que no decepciona (un atractivo más), la carta presenta tapas y entrantes para cualquier momento de la jornada (tosta de pan casero con escalibada, anchoas y boquerones; dúo de almogrotes caseros, tradicional y verde; queso ahumado a la plancha con manzana y miel de palma; langostinos al ajillo y jamón ibérico de bellota cortada a cuchillo con pa amb tomaquet, por ejemplo), sopas (cremosa de tomate fresco perfumada con albahaca y cazuela de pescado con papas bonitas canarias y azafrán), ensaladas frescas y ecológicas, menú infantil, platos vegetarianos (lasaña y risotto), pescados y carnes, además de postres.

En Mil Sabores estamos ante una cocina trabajada concienzudamente, en la que el esfuerzo que supone la apuesta por buscar la papa finca por finca se ve recompensado con un resultado propio de los llamados grandes. Albert y Mensi y su Mil Sabores son otro ejemplo de los que engrandece la gastronomía de Tenerife. Probar no será suficiente. Seguro.

La ficha

Restaurante Mil Sabores